Debido a la pandemia que ha dado lugar a los confinamientos de la población, el mundo ha cambiado de forma abrupta, los efectos de esta situación se reflejan en cada ámbito, en especial en los mercados laborales. Tal es el caso en América Latina y el Caribe, donde la pandemia ha llevado consigo una crisis de empleo sin precedentes y los jóvenes han sido quienes han sufrido las mayores pérdidas de trabajo en la región.

¿Quiénes pertenecen a la Generación Z?

Pertenecen a la Generación Z los nacidos después de mediados de los años 90 y creciendo en la primera década del 2000, son la nueva fuerza de trabajo denominada ‘Generación Z’ que representó el 20 por ciento para el año 2020, según estimaciones. Una vez conociendo esto, estaríamos ante una situación única de cuatro generaciones distintas trabajando juntas, incluyendo los Baby Boomers y las generaciones X e Y.

Los pertenecientes a la Generación Z ya se están empezando a graduar y comprenden hasta 23 millones de personas en todo el mundo, al ya estar en sus últimos días de etapa colegial, en poco tiempo entrarán más y más a la fuerza laboral.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la Generación Z?

De acuerdo con los datos registrados en el Observatorio Laboral COVID-19, los trabajadores pertenecientes a la generación Z – es decir los nacidos entre 1996 y 2010- son los más afectados debido a la pandemia.
Encontramos un ejemplo en Perú-Lima zona Metropolitana, en donde el 70% de los jóvenes ha perdido el empleo (aproximadamente 614 mil personas). En Colombia, el 23% de los menores de 24 años perdió su empleo (es decir 760 mil personas).

Funciona igual si nos enfocamos en los empleos formales. Por ejemplo, en República Dominicana el 37% de los menores de 24 años que tenían un empleo formal lo perdieron durante la pandemia (92 mil personas). En México más del 12% de los menores de 24 años que estaban empleados en el sector formal perdieron su empleo (casi 390 mil personas).

Las personas que forman parte de la Generación Z han tenido dificultades para encontrar empleos de calidad al momento de integrarse al mercado laboral. El desempleo juvenil latinoamericano de ambas generaciones va de la mano con el mal funcionamiento de los mercados laborales y de la seguridad social, facultad que le corresponde al Estado.

¿En qué se diferencia la crisis del COVID-19 frente a otras crisis?

Hay que mencionar que las crisis anteriores contenían elementos estructurales específicos para cada país. Sus causas se debían a desbalances fiscales, monetarios o crediticios en algunos países, factores que se corrigieron eventualmente, lo que permitió regresar al sendero de la recuperación.

En el problema actual, que es de carácter mundial, la pandemia ha generado una crisis generalizada, ha paralizado la actividad económica global de manera repentina y es muy probable que cambiará el funcionamiento de varios por no decir de todos sectores económicos. Esto quiere decir que varios de esos sectores ya no emplearán a las personas permanentemente, por lo que muchos trabajadores deberán encontrar una nueva ocupación en otros sectores.

Otra diferencia de esta crisis con respecto a otras anteriores, es la transición demográfica que está viviendo la región. La generación Z actualmente representa alrededor del 17% de la población total de América Latina y el Caribe. Este porcentaje se reducirá y en los próximos 20 años se espera que represente menos del 15%. Por lo que cabe decir que, esta generación tendrá mayores presiones que las generaciones anteriores para subvencionar el costo fiscal de la atención a los adultos mayores.

Para que la generación Z no se convierta en una generación perdida para el mercado laboral, los gobiernos centrales deberán actuar responsablemente. Incluso en tiempos tan difíciles como los actuales, existen alternativas de políticas públicas que pueden hacer que el impacto, aunque sea ineludible, sea menos lamentable para esta generación de nuevos trabajadores.