La gran mayoría de las reservas de combustibles fósiles conocidas del mundo deben mantenerse en el suelo para tener incluso un 50% de posibilidades de evitar que las temperaturas globales aumenten 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.

El estudio publicado por la revista científica Nature concluyó que el 90% del carbón debe permanecer sin extraer y casi el 60% del petróleo y el gas metano fósil deben permanecer bajo tierra para tener incluso un 50% de posibilidades de evitar que las temperaturas globales aumenten. 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.

Este umbral de temperatura es el objetivo más bajo del histórico Acuerdo de París de 2015 , un consenso reconocido como de alta importancia para evitar una crisis climática irreversible. El nivel de 1,5 grados Celsius es particularmente debido a que puntos de inflexión se vuelven más probables.

Nelson Baldeón, Champion del MIT REAP Ecuador, explica: el estudio de Nature estimó que la producción de petróleo y gas debe disminuir en todo el mundo en un 3% cada año hasta 2050, lo que implica que la mayoría de las regiones deben alcanzar el pico de producción ahora o durante la próxima década. De ahí que los países que dependen en gran medida del petróleo y el gas para los ingresos estatales, como los miembros de la OPEP, Arabia Saudita, Irak y Kuwait, -explica Baldeón- corren un riesgo particularmente alto a menos que diversifiquen rápidamente sus economías.

Los investigadores, dirigidos por el economista ambiental y energético Dan Welsby de la University College London, señalaron que los pronósticos “sombríos” probablemente serían algo conservadores dado que una probabilidad superior al 50% de limitar el calentamiento a 1,5 grados requeriría más carbono para permanecer sin explotar y debido a las incertidumbres en torno al desarrollo oportuno de tecnologías escalables de emisiones de carbono negativas.

La quema de combustibles fósiles es el principal impulsor de la crisis climática, sin embargo, la dependencia mundial de los combustibles fósiles empeorará aún más en las próximas décadas. Como resultado, los líderes mundiales están bajo una inmensa presión para cumplir las promesas hechas como parte del Acuerdo de París antes de las muy anticipadas conversaciones sobre el clima de la ONU que se celebrarán en Glasgow, Escocia, a principios de noviembre próximo, COP26.

En junio pasado, en Quito, se realizó el conversatorio panel “Premisas del COP 26 UK 2021”, con el objetivo de dialogar sobre los intereses comunes de ambos países en materia de ambiente y cambio climático. En este encuentro, autoridades, empresarios y actores sociales se comprometieron a seguir trabajando con todos los agentes involucrados entre ellos la Embajada de Reino Unido para impulsar los proyectos en común a fin de continuar con la adaptación y mitigación del cambio climático, que incluye investigación, acción local y la lucha contra la deforestación.

Nelson Baldón, respecto al encuentro en Quito, agregó que es importante lograr un acuerdo de mitigación donde los países, empresas y ciudades desarrollen compromisos de carbono neutralidad al 2050. Además, establecer programas de financiamiento–movilizar fondos para proyectos climáticos, con una meta de $100bn y trabajar por una adaptación–proteger a las comunidades y la naturaleza de los efectos del cambio climático que están ya presentes.

El mes pasado, los principales científicos climáticos del mundo emitieron su advertencia más severa hasta el momento sobre la profundización de la emergencia climática. El secretario general de la ONU, António Guterres , describió el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático del 9 de agosto como un “código rojo para la humanidad”. Guterres agregó: “El informe debe sonar un toque de difuntos para el carbón y los combustibles fósiles antes de que destruyan nuestro planeta.”