Puede que los problemas de salud mental parezcan invisibles, sin embargo, eso no significa que no existan. Estamos en el 2021 y todavía se mantiene el estigma con temas como la ansiedad y esto nos lleva a no saber como manejarla cuando esta aparece.

El trastorno de ansiedad social o también llamado fobia social es un problema de salud mental. Se puede definir como un temor penetrante y constante de ser observado y juzgado por otros. Este pánico puede tener efectos en el trabajo, la escuela u otras actividades que se realizan de forma rutinaria. Inclusive, este temor puede presentar dificultades para hacer y mantener amistades.

Este tipo de trastorno de ansiedad es muy común, las personas que forman parte de este grupo, tienen síntomas de miedo o ansiedad en ciertas o en ocasiones en todas las situaciones sociales, por ejemplo, cuando conocen a nuevas personas, o salen en plan de cita, también puede darse en una entrevista laboral, al responder una pregunta, etc. El miedo puede verse reflejado también, en actividades sencillas como comer o beber delante de terceros, su temor se radica en no querer ser humillados, juzgados o rechazados.

Síntomas del trastorno de ansiedad social

En caso que estén rodeadas de otras personas o cuando tienen que actuar frente a alguien, las personas con ansiedad social tienden a:

  • Ruborizarse, sudar, temblar, o sentir que el corazón les late muy rápido o que su “mente se pone en blanco”.
  • Tener náuseas o sentir malestar estomacal.
  • Exponer una postura corporal rígida, hacer poco contacto visual o hablar con una voz muy baja.
  • Sentirse asustados o dificultárseles estar con otras personas, especialmente si aún no las conocen, y tener dificultad para hablar con ellas por más que quisieran hacerlo.
  • Sentirse avergonzadas y torpes frente a terceros.
  • Tener mucho temor que otras personas las juzguen.
  • Evitar los lugares donde hay otras personas.
  • Angustia que interfiere con las actividades diarias.

La ansiedad en tiempos de COVID-19

El médico Afzal Javed, quien preside la Asociación Mundial de Psiquiatría con sede en Londres, manifiesta su preocupación sobre los efectos permanentes que dejará la pandemia en la humanidad. Comenta que la sociedad está angustiada porque nadie ha aparecido con la solución final y concreta a esta pandemia, ni con cálculos confiables acerca de cuánto más durará.

Además, es difícil predecir cuánto tiempo más seguiremos sufriendo por sus distintos aspectos, no solo por los propiamente médicos, sino, por los efectos de las pérdidas de vidas de muchas personas queridas y cercanas.

“La incertidumbre acerca del tratamiento es otro factor. Nadie sabe cuál es el mejor para esta enfermedad. No estamos seguros de qué pasará ni siquiera con la vacunación. Muchos son aún muy pesimistas sobre sus efectos a largo plazo. Basados en estas implicaciones, infortunadamente el futuro se ve muy sombrío en muchos aspectos».

«Lo que sentimos los profesionales de la salud mental es que sus efectos serán muy visibles y dañinos en la población en general. Evidencia que hemos estudiado, proveniente de varias investigaciones, demuestra que hay una mayor incidencia en la ansiedad y la depresión, que aumentan por la dificultad de interactuar y por la aprehensión sobre la mortalidad vinculada con esta pandemia, más allá de otros muchos problemas psicosociales que están contribuyendo a degradar el bienestar general”.

Consejos útiles para acompañar a una persona que sufre de ansiedad

  1. “Estoy contigo”

    Debemos cambiar el discurso que le damos a una persona cercana que puede tener un momento de ansiedad. En lugar de decirle: “No exageres, tranquila que no es para tanto”; puedes decir: “Te entiendo, no estás solo/2, estoy contigo”.

  2. “Cuéntame, ¿Qué puedo hacer por ti?”

    En lugar de comentarle: “Ya no le des vueltas a ese tema”; prueba con decir: «¿Qué puedo hacer por ti?».

  3. “No está mal pedir ayuda, no podemos con todo”

    Es una realidad que la persona con ansiedad puede tener momentos emocionales muy complicados, es por esto que en lugar de decirle: “No seas dramático/a, luego se te pasa”; debes decir: «Puedes contar conmigo, no están pedir ayuda, todas las personas necesitamos de ella en algún momento y eso está bien».

  4. “Estoy aquí para escucharte”

    Recuerda que es sumamente importante escuchar a la persona, hacerla sentir que le estás prestando en realidad atención, a través de la escucha la persona podrá expresarse y no limitará la posibilidad de pedir ayuda profesional cuando sea necesaria.