Iniciar el año 2020 con un presupuesto estable es una meta financiera indispensable en las finanzas personales, para ello es necesario hacer una evaluación de la economía personal y familiar al cierre del presente año. Karina Díaz, experta en Educación Financiera de Fundación CRISFE, invita a revisar las finanzas actuales y proyectarlas para el año venidero.

Es vital conocer la realidad financiera: existe preocupación por las deudas a cancelar, el fondo de ahorro para solventar eventos inesperados es reducido o nulo, hay un desconocimiento de los gastos incurridos día a día, con frecuencia los gastos superan a los ingresos. Entonces, es momento de establecer estrategias para superar ésta realidad.

Identificar los egresos fijos que se realizan de forma obligatoria como: compromisos financieros, alícuotas, servicios básicos, arriendo, pensiones educativas, salud, alimentación, plan de teléfono, internet, entre otros. Establecer el monto que representan hoy y proyectarlos para el siguiente año; es posible que algunos de ellos sufran cambios. Si las finanzas están complicadas analizar cuáles de éstos rubros se pueden negociar para reducirlos.

Otro punto indispensable es calcular los gastos variables necesarios que son movilización pública, gasolina para movilización privada, ropa, electrodomésticos, bienes para el hogar y diversión. Con el fin de reducir estos egresos se pueden establecer estrategias como: uso de transporte público, inventariar los bienes para hacer una venta de garaje, fijar fechas y montos exactos para compra de ropa, aprovechar ofertas para adquirir electrodomésticos.

Los gastos hormiga deben ser recortados; iniciar con una meta de reducción y posteriormente la eliminación. Por otro lado, es indispensable revisar los compromisos financieros e ir liquidándolos desde las pequeñas deudas hasta las de monto mayor. Además, no endeudarse para consumo y no financiar algo más allá de su vida útil.

Asimismo, fijar como primer egreso obligatorio un monto destinado al ahorro y utilizarlo, únicamente, para eventos inesperados.

Evitar tener gastos no planificados, cumplir con obligaciones tributarias, evitar cometer infracciones, pagar servicios básicos y deudas a tiempo para reducir recargas en pagos.

Planifica tus finanzas de forma diaria, semanal, quincenal o mensual y contrólalas con la misma frecuencia.